FIADOR
RESPONSABILIDADES DEL PAGO DE UNA DEUDA
Pago oportuno
Muchas personas se atrasan con los acreedores hasta que los pagos están vencidos. A veces, a pesar de que sí tienen el dinero. Sin embargo, la Biblia nos da un mensaje claro al respecto:
Proverbios 3:27: "No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo".
Las personas piadosas deben pagar sus deudas y cuentas tan oportunamente como les sea posible. Algunos tratan de pagar la cuenta el mismo día que la reciben, para demostrar a otros que conocer al Señor los ha hecho financieramente responsables. Pagar una deuda con anticipación le puede generar ingresos adicionales porque algunos deudores reconocen descuentos financieros por pago adelantado. ¡Es una gran oportunidad!
Uso de los ahorros que posee
En nuestra opinión, no es sabio usar todos sus ahorros para pagar una deuda. Siga el consejo del Mapa de la vida de Cultura Financiera y reserve el valor de tres meses de sus gastos normales para emergencias.
Bancarrota
Una corte (o juzgado) puede declarar a una persona en bancarrota e incapaz de pagar sus deudas. Dependiendo del tipo de bancarrota, la corte le permitirá desarrollar un plan para pagar a sus acreedores o distribuirá sus propiedades dentro de sus acreedores como forma de pago.
¿Debería una persona piadosa declararse en bancarrota? Si es para evitar pagar sus compromisos, entonces no. Salmos 37:21 dice: “Los malvados piden prestado y no pagan” (NVI). Sin embargo, a veces la quiebra puede ser una buena opción:
• Cuando un acreedor o una circunstancia obligan a una persona a declararse en quiebra. Hay ocasiones en que la bancarrota es la única opción viable cuando los desafíos financieros se vuelven tan extremos como para revertirlos. Esta opción se ejecuta únicamente cuando todas las otras opciones han sido exploradas.
• Cuando la salud física o emocional del que pidió prestado está en peligro. Si la salud emocional del deudor está en riesgo debido a la incapacidad de luchar con la presión de un acreedor hostil, la bancarrota podría ser una opción.
Declararse en bancarrota nunca debería ser una decisión tomada a la ligera, pues se mantiene en el reporte crediticio por varios años. Incluso daña la capacidad de la persona para obtener futuros créditos a una tasa de interés razonable. Los patronos y los dueños potenciales son más propensos a tener que pasar por alguna bancarrota. Recuerde: la misma quedará registrada por años. Después de que una persona pasa por una bancarrota puede buscar el consejo de un abogado para determinar si legalmente es permisible pagar la deuda, aún cuando no está obligado a hacerlo. Si está permitido, cualquier esfuerzo es válido para pagar la deuda. En el caso de una deuda grande, puede ser una meta a largo plazo que depende de la provisión sobrenatural de los recursos por parte del Señor.
FIADOR
El fiador está asociado a la deuda. Cada vez que usted firma como fiador, legalmente se convierte en el responsable de la deuda de otra persona. Es como si usted fuera a un banco, pidiera prestado dinero y luego se lo diera a un amigo o pariente. Al firmar como fiador, usted promete pagar toda la cantidad de dinero prestado si el que pidió no lo hace.
Un estudio de la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission) en los Estados Unidos, encontró que el 50% de los fiadores de préstamos bancarios terminaron pagando la deuda. El 75% de los fiadores de préstamos en compañías financieras también terminaron pagando la deuda. Estos son dos buenos ejemplos de que si usted es fiador, pagará. La tasa de pérdida es tan alta debido a que los prestamistas saben que siempre pueden recuperar el dinero. Aunque sean los fiadores quienes terminan pagando.
Afortunadamente, la Biblia nos da una clara dirección en cuanto a ser fiador.
Proverbios 17:18: "El hombre falto de entendimiento presta fianzas, y sale por fiador en presencia de su amigo".
La palabra “imprudente” en el texto original literalmente se traduce como ¡carente de mente!
Un padre normalmente firmaría como fiador de su hijo al adquirir este su primer automóvil. Nosotros queremos formar un concepto claro delante de nuestros hijos sobre la importancia de no ser fiadores. Así los desanimamos sobre la adquisición de deudas. Debemos animarlos a pensar en el futuro y a ahorrar para la compra de su primer automóvil.
¿Ya firmó como fiador?
Si usted ya firmó como fiador de un préstamo, las Escrituras también tienen un consejo para usted: ¡salga de eso lo más pronto posible!
Proverbios 6:1-5 dice: "Hijo mío, si salieres fiador por tu amigo, si has empeñado tu palabra a un extraño, Te has enlazado con las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. No des sueño a tus ojos, ni a tus párpados adormecimiento; Escápate como gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que arma lazos".
Use su buen juicio y no sea fiador
Su historial crediticio determina si puede obtener un crédito bancario. Su calificación puede ser lo suficientemente alta para obtener uno, pero no lo suficiente alta como para obtener una tasa de interés decente. Ya sea que busque dinero para una hipoteca, un automóvil u otro tipo de bien. Sin una buena calificación, su solicitud para rentar un apartamento puede ser rechazada. Su calificación también puede afectar las primas del seguro de su automóvil e incluso la búsqueda de trabajo.
Tanto el esposo como la esposa deben tener su calificación crediticia por separado. Con frecuencia, los esposos tienen créditos a su nombre, con el resultado de que las esposas no pueden establecer un buen crédito propio. ¡Esto es un error! Si el esposo fallece antes que la esposa, ella no tendrá una calificación crediticia sólida. Algo que puede ocurrir justo en el momento en que más lo necesite.
Los esposos deben resolver este problema teniendo cada uno una tarjeta de crédito bajo el nombre de ambos. Cada tarjeta se paga a tiempo y por completo mensualmente. Cuando recibimos los estados de cuenta de las tarjetas, nos reunimos para revisarlas y, de esa forma, nuestra comunicación se mantiene intacta.
La calificación de crédito es un número diseñado para ayudar a los prestamistas, y a otros, a medir las probabilidades de pagar a tiempo. En los Estados Unidos, la calificación FICO clasifica desde 300 a 850, con una calificación promedio de 680. Las calificaciones más altas son las mejores. FICO califica arriba de 700 indicando un buen riesgo, mientras que si califica debajo de 600 indica un bajo riesgo.
Una calificación baja puede llevarlo a tasas de interés mucho más altas. Por ejemplo: Si usted aplica para la hipoteca de una casa por 30 años y la calificación de su crédito es muy baja, podría pagar hasta un 3% más. En una hipoteca de $200.000, ese 3% de diferencia le costaría $400 mensuales y durante la vigencia del préstamo se le suman unos ¡$144.000!
El elemento principal que puede dañar su calificación crediticia son los pagos atrasados (o la falta de pago) de facturas, las deudas, la bancarrota y el embargo. Para mejorar su calificación, las dos acciones más importantes que debe llevar acabo son: 1) pagar sus facturas a tiempo y 2) reducir el total de su deuda. Una vez empiece a hacer esto, su calificación empezará a mejorar. Vea a continuación los factores que pueden afectar su calificación.